Coaching y Aprendizajes

Los juegos de antes. ¿Por qué vivimos?

¿Por qué vivimos?. De niños hacíamos una cantidad de temeridades; petardos, tirachinas, arcos, quimicefas, cabañas con pinchos, colgarnos de trapecios

¿Por qué vivimos?

Gran pregunta. Profunda. Contestada en la historia por grandes sabios y filósofos. Se han escrito cientos de libros. Nos deleitamos con las respuestas encontradas. Con las nuevas preguntas motivadas por el ansia de comprender del ser humano…

Muy bien. Pero faltó otra línea de análisis. Los niños. Cuando no había tablets. Ni móviles. Ni videojuegos.

1.- Existían tirachinas capaces de lanzar grandes piedras a altas velocidades.

2.- Se fabricaban arcos utilizando ramas de árboles y flechas puntiagudas que alcanzaban cientos de metros de distancia.

3.- Se construían cabañas utilizando material de obra, pegamentos tóxicos, hierros y clavos oxidados.

4.- Era costumbre habitual trepar árboles a decenas de metros de altura.

5.- Los conflictos entre pandillas se solucionaban con guerras de piedras lanzadas a mano o, en su defecto, con hondas fabricadas artesanalmente.

6.- Se empleaban petardos con capacidad explosiva muy superior a la actual con el fin de explotados en cacas recientes de vaca. …y un largo etcétera de temeridades incompatibles con la vida (juego de quimicefa, escalar si protección, sin cascos en las bicis, …)

Realizando simulaciones con IA sería fácil concluir que la probabilidad estadística de Vida en el Planeta fuese: CERO. Lo que nos puede llevar a la pregunta:

¿Por qué vivimos?

Deja un CroquiComentario