La historia es muy famosa.
… pero siempre es bueno recordarla.
Fue protagonizada por el ex Presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy en una de sus visitas oficiales a las oficinas de la NASA en el año 1961. Mientras caminaba por las instalaciones, Kennedy se cruzó con unos empleados de la limpieza que se encontraban barriendo y fregando los pasillos del complejo. Kennedy se detuvo a conversar con uno de ellos. Le saludó con un apretón de manos y le preguntó:
– “¿Y usted qué hace aquí en la NASA?”
…imagino que la pregunta podía estar motivada “para quedar bien y salir bien en la foto” y que esperaba una contestación como la siguiente:
– “Señor. Estoy barriendo los pasillos” No fue así.
El empleado con gran orgullo le respondió:
“Señor, ¡estoy contribuyendo a poner a un hombre en la luna!”
[…]
Esta anécdota refleja la filosofía que imparte la NASA en sus empleados. Con independencia del puesto o cargo que cada uno tenga. Todos saben que cada uno de ellos, contribuye de manera eficiente hacia la misión principal que tenga la organización.
Y, nosotros: ¿Qué función tenemos en nuestra empresa?