
Llega un nuevo jefe.
Pregunta habitual: “¿Cómo será?”
Primera impresión: Lleva solo un par de horas en el edificio y pregunta al empleado de la limpieza como se llama. Le da las gracias por tener su escritorio perfectamente limpio. Debe ser de los pocos que conoce su nombre.
Segunda impresión: A la hora de comer, se fija en la etiqueta que muestra el nombre del camarero. Le llama por su nombre para hacer el pedido. Da las gracias. Tercera impresión: Se presenta a su equipo de forma individualizada. A todos les pregunta: “¿Cómo os puedo ayudar yo?”. Simplemente escucha. A la hora de salida, apaga su ordenador y se despide de todo el mundo por su nombre.
… y,…
¿Será o no será buen jefe? Solo ha pasado un día:
…unos dicen que las primeras impresiones engañan.
…otros dicen que no existe una segunda oportunidad para causar una primera impresión.
Categorías:Líderes y Buenos Jefes