
Cuando era niño mi padre nos decía:
“Cuando seáis padres, comeréis huevos”.
No lo entendíamos. No estábamos de acuerdo. Nos enfadábamos.
[…]
Ya soy padre, ¡Ya lo entiendo! Y repito sus palabras:
“Cuando seáis padres, comeréis huevos”.
…y no lo entienden.
…no están de acuerdo.
…y se enfadan.
Categorías:La vida misma