Reunión importante a las 11.00. De las que nadie se puede perder.
Todo el mundo ha sido convocado. De todas las compañías. Proveedores, Clientes, Accionistas, Desempleados.. ¡Personas!. Todo el mundo acude puntual. El responsable de limpieza se desespera. No encuentra un sitio adecuado para ver y escuchar. La directora de finanzas le sonríe. Le hace sitio a su lado. Llega un CEO. Por los pelos. Se sienta detrás del responsable de limpieza. Mira su reloj y espera impaciente. Se le ve muy emocionado. El responsable de la logística de la sala se le aproxima. Le pide respetuosamente que se ponga una fila detrás. La suya está reservada. El CEO obedece sin rechistar. El aforo se completa. Muchísima gente de pie.
…varios directivos sentados en el suelo. En la sala no hay diferencias por cargos, por generaciones, por sexo, por estudios… No se respira Ego. Todos son conscientes de que ellos, NO son los “importantes” en este evento. En absoluto.
Dan el aviso del comienzo. Las luces se atenúan. Se hace el silencio. Las emociones contenidas. Comienza la música.
… y finalmente, salen los protagonistas. Los niños y las niñas. …a representar SU función de “Los Planetas”. Para los más importantes. Sus madres y sus padres.
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