Cuánto más te cuesta,…más lo aprecias

Mi primer ordenador fue un Spectrum 48K. Nos lo regalaron mis padres. Un sacrificio familiar. El origen de mi interés por la tecnología. Mi segundo ordenador fue un Amstrad PC1512. Este me lo pagué yo. Sobre el año 1990. Costó 139.000 pesetas (835€). Me pasé más de un año ahorrando:
>> Limpié una multitud de coches de los vecinos de la urbanización.
>> Fui el jardinero particular para cortar el césped, regar las plantas de los vecinos y recoger las hojas que se caían de los árboles en Otoño.
>> Pasé cientos de veces la aspiradora en casa. >> Sacrifiqué la compra de helados caros del estilo Frigodedo, Dráculas o Capitán Colas por helados simples de limón o naranja.
>> Sustituí los chicles Bang Bang por chicles Boomer que eran mucho más baratos pero duraban solo un minuto antes de que se quedasen duros como una piedra.
>> Di clases particulares de matemáticas.
He de reconocer que tuve “ayuda indirecta”. De no haber pasado la aspiradora dos o tres veces al día en casa o por la generosidad de los vecinos para limpiar sus coches… no lo hubiese conseguido.
Y llegó el día.
Recuerdo la ilusión inmensa cuando lo compré. Me levantaba todos los días muy temprano por la mañana para utilizarlo. Enormemente satisfecho por todo el esfuerzo para conseguirlo.