¿Y si estalla la burbuja, qué hacemos?

Y si estalla la burbuja, ¿qué hacemos?.
… No me refiero a la burbuja del bitcoin.
… ni a la burbuja inmobiliaria.
… ni a la burbuja bursátil.
Otro tipo de burbuja. Una burbuja con apariencia de inofensiva. La burbuja del buenrrollismo. Que nos inunda con mensajes positivos, optimistas e inspiradores por todas partes. Empezó como algo bonito. Diferente. Útil. Con mucho significado…
… pero, posiblemente, se nos ha ido de las manos. Se ha industrializado. La felicidad se vende. En forma de libros, cursos, ponencias, apps móviles, etc… Se nos “imponen” ideales de felicidad. Y los consumidores, cada vez estamos más obsesionados en conseguirla. Las marcas se posicionan para dar respuesta. Las que generen más felicidad venden más. Cada día, como por arte de magia, se nos descubren nuevos secretos para ser Feliz. Que se ilustran en maravillosas infografías. Se divulgan por las redes. Nos maravillamos. … y compramos ese secreto desconocido. No nos es suficiente con lo dicho por Seneca, Sócrates, Platón, Aristóteles, Russell, Ortega y Gasset, y muchos otros… Sus libros nos resultan aburridos. Las carátulas son feas. La letra pequeña. Están pasados de moda. No son digitales. Necesitamos más.
… y si estalla la burbuja, ¿qué hacemos?.