Recibimos cada día decenas y decenas de publicaciones e historias sobre:
a) Reclutadores que exponen cómo deben actuar los Reclutadores.
b) Candidatos que exponen cómo deben actuar los Reclutadores.
c) Reclutadores que exponen cómo deberían actuar los candidatos.
d) Candidatos que exponen cómo deben actuar los Candidatos.
A veces, son historias buenas.
A veces, son historias malas.
A veces, aportan grandes consejos.
A veces, muestran tristeza, dureza e injusticia.
A veces, son historias felices con moraleja.
A veces, son historias desesperadas.
A veces, para resaltar lo malo.
A veces, para resaltar lo bueno.
A veces, son historias que inspiran.
A veces, son historias que cabrean.
A veces, los reclutadores se convierten en candidatos.
A veces, son los candidatos los que se convierten en reclutadores.
A veces, estas historias no cambian nada.
A veces, estas historias ¡lo cambian todo!.
A veces, nos olvidamos que detrás de cada historia hay una persona.
A veces, nos olvidamos que nosotros podemos “vivir esa historia”.
A veces, simplemente con un poco respeto y empatía hacia el otro…
…cambiaríamos muchas historias.