¿Alguien tuvo una como esta?…

Los ‘grandes’ capitanes de barco también lloran. No pueden hacer felices a toda su gente. En tiempos de grandes tormentas soportan las críticas y la incomprensión por sus decisiones. En soledad. En silencio. Decisiones a veces difíciles. Realizadas con poca información. En condiciones meteorológicas adversas. No siempre se acierta.
La decisión de un DESPIDO es difícil. Muy difícil para el que la toma y muy dolorosa para el que la recibe. El buen capitán se siente RESPONSABLE de SU gente desde que entran al barco hasta que lo abandonan.
Comunica el DESPIDO en persona. Mirando a la cara a su gente. Mostrando gratitud por los servicios prestados. Por los años de servicio en la mar. Por los esfuerzos dedicados. Dedicando unas últimas palabras sinceras. Sin eufemismos. Ofreciendo ayuda y apoyo. Se DESPIDE de SU gente. Con valentía. Con estilo. Con respeto. Con empatía. No delega la decisión. No la externaliza. No la ‘encomienda’ a la tecnología.
Quiere que la última mano que estreche SU gente sea la suya.
¿Real o Ciencia ficción?
Cuando era niño mi padre nos decía:
“Cuando seáis padres, comeréis huevos”.
No lo entendíamos. No estábamos de acuerdo. Nos enfadábamos.
[…]
Ya soy padre, ¡Ya lo entiendo! Y repito sus palabras:
“Cuando seáis padres, comeréis huevos”.
…y no lo entienden.
…no están de acuerdo.
…y se enfadan.
¿Cómo lo explicamos en una entrevista?