¡El virus nos cambiará!…o no…

El Alcornoque Centenario de La Dehesa de La Jara en Collado Mediano es el árbol candidato a ser “Árbol del Año en España 2020”.
No es un árbol cualquiera. Tiene un significado especial para mí.
Cuando era niño trepaba hasta lo más alto cada fin de semana. Mi padre me enseñó a escalarlo. Está sólo a unos pocos metros de la casa donde veraneo. Competíamos entre los amigos para ver quién subía a la rama más alta.
Es un árbol precioso y majestuoso. A su lado, los fresnos y los robles que lo rodean parecen insignificantes.
El alcornoque de la Dehesa seguirá dando sombra cuando ninguna persona de los que vivimos en este Planeta vivamos.
El invierno pasado di un paseo con mis hijas pequeñas por el campo. Las expliqué todas mis aventuras en ese árbol.
– ¡Papi, queremos subir!, dijeron las dos al unísono.
– Claro que sí. Cuando seáis un poquito mayores, las respondí. Yo os enseñaré a vosotras como mi padre hizo conmigo.
– ¡Súbete tú replicaron!, queremos ver cómo lo haces.
Y trepé hasta lo más alto.
Y de forma milagrosa, regresé a mi infancia por sólo unos segundos.
En cuanto me dejen salir del confinamiento…subiré a sus ramas de nuevo.
#Folicroquideldía
ZX Spectrum y sus maravillosos juegos…
“Discusiones” entre los amigos para saber cuál era el mejor. Disponer de un POKE para tener vidas infinitas no tenía precio en esos tiempos… Rezar para que después de 8 minutos eternos cargando el juego con las rayas que salían en la tele no saliese el terrible “Tape Loading Error” y tuvieses que empezar de nuevo. Peleas entre hermanos para ver quién le toca primero.
¡El juego se ha cargado!
Y horas y horas de diversión.
Los 48K de memoria daban para hacer verdaderas maravillas.
Para mi los mejores juegos “de la historia de los años 80” son los de la lista:
1.- Knight Lore
2.- Manic Miner
3.- Sir Fred
4.- Jet Set Willy
5.- Attic Attack
6.- Abu Simbel Profanation
¿Alguno más?
El AJEDREZ Juego de mesa más prestigioso creado por la humanidad. Modelo de gestión empresarial. Modelo de vida para algunos… Planificación, Gestión del tiempo, Estrategia. Anticipación, Iniciativa,
… La “INMORTAL”… su OBRA MAESTRA.
Partida más conocida y admirada por los ajedrecistas de todo el mundo. Combina valentía, honor, sacrificio, ingenio, fuerza y entrega… y romanticismo.
Protagonizada por Anderssen (blancas) contra Kieseritzky (negras) en la ciudad de Londres el año 1851. Las blancas sacrifican un Alfil, las dos torres y la dama para ejecutar al rey enemigo en el centro del tablero.
Las derrotas, en cualquier ámbito de la vida y empresa, son ‘dolorosas’. Pero, … no siempre… El derrotado Kieseritzky, quedó tan impresionado y fascinado que telegrafió al finalizar la partida a su club de ajedrez con los datos de la misma.
Las obras maestras hay que compartirlas… aunque sean fruto de una derrota.
Como dice el dicho: “La derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce”
Hay veces que un pequeño gesto puede significar mucho…
El hombre de la foto se pasó el trayecto de metro tocando el violín a una niña que no paraba de llorar. Cuando la niña escuchó la música no dejó de sonreír. Su cara y expresión lo muestra todo.
Una sonrisa extendida como un virus a todos los pasajeros del vagón y a su madre que mira orgullosa la situación…
Decía Henry Ford “Si hay un secreto del éxito, reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista así como del propio”
Los mayores lo complicamos todo…
Los niños lo expresan gráficamente de forma mucho más clara.
¿Pato o conejo?
Hay cosas que nunca se olvidan.
La lista de preposiciones aprendidas en el colegio no se olvidan.
…”a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras”.
Por alguna extraña razón aprendimos esas reglas de memoria de pequeños y se nos quedaron grabadas a fuego en la memoria. Antes era muy importante memorizar todo para superar los exámenes. Si no memorizabas la lección la penitencia estaba clara. Sortear de la mejor manera posible la tiza lanzada por el profesor de turno. Las dificultades de una asignatura dependían de la materia que se tratase, del profesor y de su puntería.
Las clases de inglés no se libraban de la memorización compulsiva. Los terribles “Phrasal Verbs” debían ser memorizados. Sin orden ni criterio alguno. De la A a la Z. “…get at, get away, get over, get on, get through, etc.”. Mucho más difíciles de recordar que las preposiciones. Demasiada teoría y poca práctica. Una pena.
Ahora tenemos Google, el Big Data, Siri, traductores automáticos… Ya no memorizamos. Otra pena. Hemos pasado de un extremo a otro.
“La memoria es como el mal amigo; cuando más falta te hace, te falla”.
… y no siempre tendremos a Siri o Google para ayudarnos.
ATENCIÓN. DESPUÉS DE UN TREN PUEDE VENIR OTRO
Señal de advertencia un poco absurda puede parecernos en una lectura rápida. Pero la frase recoge mucha sabiduría.
A veces es bueno que nos recuerden lo evidente. Lo evidente y sencillo no lo apreciamos. En la vida pasan muchos trenes. Cuando pasa un tren, damos por supuesto que ya no vendrá otro. No es NUESTRO tren. Es el tren de otros.
Cruzamos sin fijarnos. Perdemos la oportunidad de habernos subido. Pero, no pasa nada. Ya vendrá otro. Advertidos estamos…
Algunas veces (solo algunas veces) los usuarios tienen razón. La comunicación es importante. El mensaje es importante. Cuanto más coherente sea la información del error producido en un sistema informático … pues mejor.
No hay cosa que produzca más intranquilidad que un mensaje de error que diga:
1.- “Se ha producido un error mientras se estaba produciendo el mensaje de error”
2.- “Error Grave. La operación ha terminado con éxito”.
3.- “El disco no existe. Por favor revise el disco y pruebe de nuevo”.
4.- “Absolutamente imposible mover ficheros que se han enviado. El fichero o se ha movido o borrado o… todo lo contrario”.
En caso de duda o imposibilidad técnica siempre se puede poner: “Oppps. Un error ha ocurrido. Pero tranquilo. Se trata del error 404”.
Tengo un amigo funcionario.
Trabaja en una de las oficinas de empleo del INEM de Madrid Centro.
Reconoce que su trabajo es a veces es “un poco monótono por la burocracia y normas”. Le impide ser “más proactivo”, “hacer cosas nuevas”, etc… Pero no se centra en lo “negativo”. Le gusta mucho su trabajo. La “burocracia” NO le impide tratar a la gente con respeto y de forma amable. Eso está en su mano.
Dice que a veces, simplemente con escuchar activamente, un poco de humor y una sonrisa es más que suficiente.
Hace dos años atendió a una persona mayor. La persona se le había olvidado traer una fotocopia del DNI y rellenar un formulario … es decir, “un verdadero pecado capital administrativo”. No le obligó a regresar de nuevo otro día y hacer la cola… le hizo la fotocopia y le ayudó a completar el formulario. Dejó tramitado el expediente. La persona se fue muy agradecida.
Mientras atendía al siguiente desempleado, la persona regresó de nuevo. Agradecida. Traía consigo una caja de bombones y una botella de vino “normalito” comprado en el supermercado de al lado. Le dijo: “Es para usted. Le ruego que trate a la señora que está atendiendo como a mí me ha tratado”.
Le sonrió … y se fue.
Mi amigo nunca volvió a ver a esa persona. … y nunca olvidó a esa persona.